Con diluvio de 11 mil voces José Madero se hace presente en el Auditorio Nacional

No hay día que no llegue y, al fin, después de más de dos años de espera, llegó el 10 de junio, día en que pudimos ser testigos del primer show de José Madero en el Auditorio Nacional.

Desde muy temprano la concentración de fans inició a las afueras del Auditorio, algunos comentarios que llegamos a escuchar indicaban que había fans parapetados afuera del venue desde un día antes, y ya por las 6:00 PM, justo cuando el cielo de la Ciudad de México amenazaba con dejar caer una fuerte tormenta, se abrieron las puertas del recinto para recibir a los miles de fanáticos que ya se habían reunido.

 

La expectativa no era poca, menos cuando desde días antes se había anunciado con bombo y platillo que, tras poco menos de 3 meses desde que salieron a la venta los boletos, habían logrado colgar el letrero de “localidades agotadas”.

Pasaron un par de horas más para que las luces del lugar se apagaran, dando como respuesta el grito al unísono de las más de 11 mil almas congregadas en el coloso de Reforma. Un momento que los fans habían esperado por mucho tiempo luego de ser parte del tremendo éxito que el regiomontano había cosechado, al menos en esta ciudad, con tres sold outs en el Teatro Metropolitan y tres más en el Pepsi Center.

Así que la mesa estaba servida y el festejo no pudo iniciar de mejor manera que con Conversaciones sobre anatomía, para dar paso a Documentales, tema perteneciente a Giallo, su más reciente material y principal motivo de esta magna fecha.

 

Jose-Madero-Giallo-Fantastique-Tour

Pepe no se guardó absolutamente nada para el último y desde el inicio entonó junto a la Doble V, la banda que fielmente lo acompaña, todos y cada uno de los temas que lo han colocado como uno de los artistas más importantes de su generación, entre ellos Plural siendo singular, Noche de brujas y Teoremas, etc., que inmediatamente arrancaron un sonoro rugido de la fanaticada.

Por supuesto que los temas de Panda no iban a faltar, por lo que escuchamos grandes interpretaciones de Solo a terceros o Feliz cumpleaños, pero la que especialmente destacó fue la gran versión de Conversación casual, interpretada a dueto con Zaira Jabnell, corista de su banda y quien sin duda se esforzó por entrar en la piel de Abigaíl, aquel maligno personaje creado por Madero hace más de 14 años para el Poetics de Panda. A este tema, y como no podía faltar, siguieron a dueto para cantarle al público Codependientes.

La noche transcurrió de forma emotiva, entre grandes temas, como Padre nuestro, cantado con gran euforia por el respetable; A tu merced, Ojalá, Sin ampersand, La herida, MCMLXXX y Quince mil días.

 

Las primeras palabras de José llegaron ya bastante avanzada la noche, cosa que pareció no molestar a su público, porque seamos honestos, a un concierto de Pepe no se va a escuchar discursos grandilocuentes, se va a hacer catarsis, a dejar salir el sentimiento y la emoción cantando aquellos temas que el cantautor de Monterrey ha dejado grabadas en nuestras vidas.

Como ya va siendo una grata tradición en los conciertos de José Madero, para dar un aura de mayor intimidad a la velada, le siguió un set en guitarra acústica. Noche de baile, Lo dorado desvanece, Nadie más vendrá, Imposible y Mercedes fueron los temas elegidos para la parte más relajada del show.

El final de Mercedes dio paso a un breve encore, en el que no se dejó de escuchar ni por un minuto a la multitud coreando el nombre de su artista.

Luego de unos breves minutos las luces del Auditorio Nacional se volvieron a encender para dar paso al último tramo de este gran show, en el que José declaró sentirse feliz y agradecido con sus fieles fans, “para mí este es el día más importante de mi carrera solista”, comentó en el momento más álgido del concierto.

 

Si bien para este punto muchos de sus grandes clásicos ya habían sido tocados, lo mejor aún estaba por venir, abriéndose paso con Lunes 28, ¿A poco no?, ¡Esta noche es la reunión!, Lamentable, Cerraron Chipinque (nadie me puede negar que este fue uno de los temas nuevos que sonaron más cabrón en vivo) y Literatura rusa.

“Somos como once mil, no puedo agradecer a cada uno, porque somos un chingo, pero lo hago desde el escenario, desde este micrófono, gracias a cada uno de ustedes, por haber venido, por haber apoyado, escuchado la música y cantado esta noche. Hubo momentos en que mi voz ya no daba y recurrí a ustedes” comentó Madero.

La cereza en el pastel la pusieron Nuestra aflicción y Soy el diluvio, un tema que pinta para convertirse en un clásico de la carrera de José y con la que coronó una noche espectacular en la que pudimos disfrutar de un total de 35 canciones en casi tres horas de show, algo que sin duda se agradece y que más artistas debieran ir emulando (porque si de por sí los boletos no son baratos y llegan a tocar 16 canciones o a lo mucho 20, ¡no jodan!).

Al final de la noche quedó demostrado porque José Madero, con o sin Panda, es uno de los artistas más grandes de nuestra generación. Le sea o no reconocido por los “medios especializados” y los haters, el fruto de su esfuerzo está ahí, porque, como se comentó en redes sociales horas después del show, ¿cuántos artistas pueden presumir de tal éxito con una banda de renombre y posteriormente como solistas? Hoy solo se me viene a la mente un nombre: José Madero Vizcaíno.

Al salir del lugar, la lluvia había dejado en las inmediaciones del Auditorio Nacional huellas de su paso, anunciando que no solo adentro, sino también afuera del gran recinto de la Ciudad de México, se dejó caer el diluvio.

La gira de Giallo continuará a lo largo de toda la geografía nacional y fuera de nuestras fronteras, por lo pronto nosotros estamos ansiosos de que llegue el 4 de febrero de 2023 para volver a vivir la experiencia del Giallo Fantastique Tour, ahora en la Arena Ciudad de México.

Si quieres conocer todos los detalles sigue pendiente de revistanetas.com y en nuestras redes sociales.

 

 

Fotos: Giselle Victores/ Class Music

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