Se apaga otra estrella: fallece Cepillín, «el payasito de la tele»

Ricardo González Gutiérrez, Cepillín falleció hoy a los 75 años de edad.

 Luego de haber sido internado y posteriormente sometido a una operación en la columna vertebral por un dolor de espalda, se informó que Ricardo González, mejor conocido como Cepillín, fue intubado tras presentar complicaciones cardiacas y neumonía, situación que causaría su posterior fallecimiento. La noticia fue confirmada hace unos minutos por su hijo Ricardo González.

 

También se conformó que el payasito de la tele padecía cáncer, pero fue detectado cuando realizaron la cirugía de columna.

 

Cepillín, quien acompañó la infancia de varias generaciones en América Latina, nació en Monterrey el 7 de febrero de 1946, estudió odontología y comenzó a pintarse la cara para que los niños no le tuvieran miedo mientras ejercía su profesión, fue así como nació la carrera del clown más querido de la década de los 70s y 80s.

 

Luego de participar por años en las campañas de higiene en el canal 12 de Monterrey, ahora Multimedios Televisión, decidió probar suerte en la Ciudad de México, en 1977 logró que Televisa le diera un programa llamado “El show de Cepillin” que se transmitía todos los días; a partir de ahí surgieron varios discos de los de salieron temas como “la feria de cepillin”, (tema que aún se escucha en algunas fiestas infantiles y no tan infantiles), Tomás, En el bosque de la China, La gallinita coco ua ua y muchos más, con los que obtuvo 11 discos de oro por sus altas ventas.

 

Desde 1982 a 2006, montó una compañía que lo llevó a recorrer toda la República Mexicana y Estados Unidos.

 

En 2006 regresó a la televisión con un programa llamado Cepillin’s live, en el que trabajó junto a sus hijos Cepi y Franky. Este fue transmitido por Multimedios Televisión, en su natal Monterrey.

 

Cepillín cuenta con 18 discos de estudio y una innumerable cantidad de programas televisivos que lo consolidaron como ‘el payasito de la tele’ y con ello alegró la infancia a muchos de nosotros.

 

Descanse en paz, Cepillin.

 

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